Entrevista / Retirada de pecios: una obligación que los navegantes olvidan con demasiada frecuencia

El tema de los pecios presenta dos problemas, tanto el peligro para la navegación como, sobre todo, la contaminación marina. Por lo tanto, es esencial reflotar el barco una vez que se ha hundido. El capitán Thibault Lavernhe, portavoz de la prefectura marítima del Mediterráneo, explica cómo anticiparse a esta situación y cómo remediarla después.

Contaminación y peligro para la navegación

Si bien algunos propietarios ricos o con seguros marítimos pueden recuperar sus pecios, lamentablemente no es el caso de la mayoría. Los mares y océanos del mundo albergan numerosos pecios, sobre todo en el Mediterráneo.

"El tema de los naufragios es sintomático en la Costa Azul. En 2021, contamos entre 120 y 150 pecios hundidos. Hay una gran cantidad de tráfico, especialmente en verano, y el clima puede ser bastante complicado, lo que puede sorprender cuando no se está acostumbrado. Se trata de un importante problema de contaminación en el Mediterráneo continental y en Córcega comienza Thibault Lavernhe.

En Francia, el tema de los pecios hundidos es una de las misiones de la Prefectura Marítima. Hay dos razones para ello: la protección del medio ambiente y la creación de un obstáculo para la navegación y, por tanto, la seguridad de los navegantes.

"Aparte de la posible creación de bancos de arena cuando se hunde un barco y, por tanto, del riesgo para la seguridad de los navegantes, hay un gran impacto en el medio ambiente. Y esto de dos maneras. La contaminación por plásticos con el deterioro del material microplástico y la contaminación por hidrocarburos. Los depósitos de algunos barcos hundidos no están vacíos y el gasóleo se diluye en el agua. La contaminación por plásticos es una verdadera molestia. La contaminación por petróleo es menos grave. Se diluye en el agua y acaba por evaporarse, mientras que el plástico permanece y se disuelve"

Epave
Wreck

¿Cómo se convierte un barco en un naufragio?

Hay varias razones para esta situación. La primera es la falta de vigilancia en los fondeaderos. Esto es algo bastante común en el Mediterráneo en verano. Sin embargo, basta con un barco mal anclado y una buena racha de viento para que el barco se quede solo y acabe en la costa.

El segundo motivo es el abandono de un barco en el muelle, que aunque esté amarrado puede acabar hundiéndose dentro de la zona portuaria.

La responsabilidad del propietario comprometida

El primer responsable de un naufragio es el armador.

"Es responsable de su barco anclado y en el puerto. Hay que recordar que el anclaje es una situación de navegación, a diferencia del amarre en un pontón donde la situación de navegación se detiene. En este caso, es posible abandonar el barco. En el primer caso, se trata ciertamente de una situación de navegación especial, pero debe ser controlada

Para remediar esta situación, la Prefectura Marítima del Mediterráneo estudia actualmente limitar la duración de los fondeos mediante un decreto prefectoral para obligar a los navegantes a permanecer a bordo de sus barcos. La duración podría limitarse a 72 horas.

Renfoulage © Premar Med
Reflotamiento © Premar Med

¿Qué hacer si su barco se ha hundido?

Si su barco se hunde, es su deber como propietario reflotar los restos. Esta operación puede ser cubierta por una compañía de seguros. Por lo tanto, es es imprescindible asegurar su embarcación y pensar en esta eventualidad a la hora de elegir su póliza de seguro. Aunque la prestación de rescate no esté totalmente cubierta, le costará menos que si la cubre el Estado.

"Cuando ocurre la tragedia, el propietario tiene que ocuparse de sus restos. Él es el responsable de ello. Es importante estar asegurado por la cantidad necesaria para pagar los servicios de un recuperador, que es de unos cuantos miles de euros. Esta suma puede duplicarse si el Estado se hace cargo del propietario. Las maniobras pueden costar hasta 20.000 euros

El seguro cubrirá el reflotamiento del pecio y su transporte a APER (Association pour la Plaisance Eco-Responsable), que gestiona gratuitamente el desguace de los barcos.

Sanciones severas en caso de no actuar

Si el propietario no se hace cargo del reflotamiento, recibirá una notificación formal de la prefectura pidiéndole que se ocupe del peligro para la navegación y el medio ambiente. Si el requerimiento queda sin efecto, la Prefectura Marítima sustituirá al propietario. Lamentablemente, en muchos casos no se puede encontrar a los propietarios.

"En ciertos casos, cuando el peligro, sea cual sea, es demasiado grande, tomamos el lugar del propietario e intervenimos con los recursos de la Marina francesa. En 2021 se encontraron 15 pecios gracias a los recursos marinos y al grupo de buzos de desminado. A continuación, enviamos una factura al propietario por unos diez mil euros

Estas operaciones son costosas y no necesariamente pueden llevarse a cabo todo el tiempo por falta de recursos. Por ello, la Prefectura Marítima está estudiando la posibilidad de crear un fondo de emergencia para traer peritos especializados, cuyo coste final, no obstante, correrá a cargo del propietario.

Repercusiones penales

Además de la notificación formal, la Prefectura Marítima también puede imponer sanciones penales al propietario.

"Enviamos un billete. Es una denuncia contra el propietario que no ha respondido al requerimiento y que permite que su pecio constituya un peligro."

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