Motor de barco: 10 averías mecánicas que debes evitar fácilmente

© O.Tourchon

Un viaje al mar es siempre un placer. Sobre todo, cuando es un éxito. Lo peor es, sin duda, preparar todo para ese día y, cuando estás navegando, que las cosas se estropeen con el motor. Utilice nuestros consejos para evitar las averías más clásicas del motor

Volver al agua es sinónimo de diversión y relax, de un día con los amigos y la familia. Todo está listo, la nevera a bordo y el hielo en el congelador. Con orgullo arrancas el motor y de repente las cosas no van tan bien como deberían. Su primer instinto es sonreír un rato. Y pensar en el problema.

Buena idea, te ayudamos en esta búsqueda de una avería.

1 - La escasez de combustible

Sin duda, la razón número uno de las averías del motor. Seguro que no eres de los que se quedan sin gasolina. Sabe, con una precisión de medio litro, cuánto combustible consume su motor y cuánto queda en el depósito. Además, el medidor indica que está completamente lleno. Sin embargo, esta vez está claro que el depósito está seco.

Solución: Llene el depósito antes de cada viaje y asegúrese de que el manómetro funciona eficazmente, comprobando que desciende a medida que navega.

La prevención: Aplica la regla de los tercios:

  • Un tercio del tanque para el viaje de ida,
  • Un tercio para la ruta de vuelta,
  • Un tercio para el mal tiempo.

2 - Pérdida de potencia

El motor empieza a dar tirones de repente. Deja de funcionar suavemente y su potencia disminuye. Pero hay combustible en el tanque. No lo busques, uno de tus filtros está obstruido o una bujía está cansada.

Solución: Evidentemente, sustituya el filtro responsable por uno nuevo, que habrá tomado la precaución de llevar a bordo. ¿Olvidaste traerlo? Intenta limpiarlo eliminando los restos, la suciedad, los bichos, etc. que puedan obstruirlo. Recoge el agua de la cubeta del filtro decantador presente en la línea de suministro del barco en un recipiente que vaciarás en tierra en un lugar especial.

La prevención: El combustible suele ser de buena calidad, pero un almacenamiento prolongado -tanto de gasóleo como de gasolina- hará que pronto se deteriore y se mezcle con el agua en el depósito. Una vez que haya llenado el depósito, en cuanto sepa que no va a utilizar el barco durante unas semanas, añada un aditivo que evite esta degradación.

Si el combustible no es el culpable, las bujías sí lo son. En los motores de gasolina, se utilizan para provocar la chispa que hará explotar la mezcla de aire y combustible.

Solución: Tiene bujías de repuesto a bordo. Retire las bujías del motor una tras otra y, si sospecha que hay un problema, sustituya la bujía en cuestión.

La prevención: Cambie las bujías una vez por temporada. Tenga siempre un juego completo de bujías en la caja de herramientas de a bordo.

3 - El motor no arranca

Al girar la llave, no pasa nada o el motor funciona, pero de forma lenta.

Solución: En el primer caso, compruebe que el disyuntor está conectado, que el interruptor de arranque no está desconectado o, más comúnmente, que el acelerador está en la posición "on" neutro .

En el segundo caso, o bien la batería está descargada o un cable no está apretado.

La prevención: Compruebe regularmente el apriete de todos los cables de alimentación del motor. Tenga un indicador de voltaje de la batería y limite el uso de la electricidad cuando esté anclado. En cuanto el voltaje de la batería caiga por debajo de los 12,5 voltios, desenchufa todo lo que utilice electricidad.

Lo ideal es instalar una batería de servicio para estas necesidades y mantener la batería de arranque dedicada a esta única tarea.

4 - El motor se calienta

El indicador de temperatura se dispara. Es evidente que el motor carece de refrigeración. La mayoría de los motores de nuestras embarcaciones utilizan el agua en la que están funcionando para enfriarse. Si este agua se acaba, el motor se calienta.

Solución: Lo más frecuente es que las algas, las hojas u otros residuos hayan obstruido la rejilla de entrada de agua del motor. Simplemente, retírelos de la entrada.

La prevención: Antes de cada viaje y a su regreso, inspeccione la toma de agua de refrigeración y elimine cualquier residuo. Una vez por temporada, sustituya el ventilador de admisión de su motor. Por último, cuando ponga en marcha un fueraborda, compruebe siempre que los botones " pissette " acción.

5 - El motor deja de funcionar

No te preocupes, en la mayoría de los casos, el interruptor de corte se ha desconectado y sólo tienes que volver a colocarlo en su sitio. Y lo que es más molesto, se ha quedado sin combustible. Una conexión eléctrica defectuosa (fusible, terminales de la batería, etc.) también puede ser la causa de este mal funcionamiento.

Solución: Comience con el escenario común: el interruptor de apagado. Pasa por el combustible restante. A continuación, comprueba las conexiones eléctricas, primero a la batería y luego por la línea, el motor de arranque, el alternador, las bujías y comprueba, en cada paso, que las conexiones no se mueven ( las vibraciones tienen un efecto perjudicial en las conexiones eléctricas ) y que no muestran ningún rastro de oxidación. Esto es especialmente cierto para la batería, que se oxidará brevemente debido a la presencia de ácido.

La prevención: Apriete regularmente los cables y los terminales. Elimine todo rastro de oxidación de los bornes de la batería y úntelos con grasa para protegerlos. Tenga siempre a bordo un bote de grasa para utilizarlo durante la navegación.

6 - El motor vibra

Cuanto más se acelera, más vibra el motor, o el motor realmente funciona, pero el barco se ralentiza.

Solución: Algo está mal con la hélice. Al igual que las ruedas de los coches, la hélice transmite el movimiento a la embarcación. Podría ser un hilo de pescar enrollado en la hélice, o una pala doblada tras un impacto. En ambos casos, lo único razonable es volver pacíficamente a un fondeadero seguro para intentar poner todo en orden. En el peor de los casos, podría tratarse de una hélice rota tras un choque.

En este caso, a menos que se disponga inmediatamente de un anclaje seguro, debe considerarse la posibilidad de solicitar ayuda.

La prevención: Compruebe regularmente el estado de la hélice y de sus palas. Evite navegar con poca agua para no rozar la hélice con el suelo.

7 - El motor no sube de revoluciones

Por mucho que se accione el acelerador, no pasa nada, el motor se niega a acelerar.

Solución: En los motores más nuevos controlados electrónicamente, un fusible en la fuente de alimentación de la caja de control es probablemente el culpable. Si, como el 90% de los propietarios, el acelerador se controla por cable, es probable que el cable esté atascado o cortado. Si el cable está atascado, el acelerador será muy difícil de mover. Si el cable se corta, quedará muy suelto. En el primer caso, intente localizar el pellizco y eliminarlo. En el segundo caso, intenta una reparación improvisada (nudo, dominó...). En ambos casos, vuelva a puerto, ya que la reparación improvisada no durará.

La prevención: Compruebe regularmente la estanqueidad de ambos extremos de la transmisión y engrase los puntos en cuestión, ya que son sensibles a la corrosión. Recuerde también engrasar los puntos de entrada y salida del cable de su funda.

8 - Recorte fuera de orden

Ya no es posible subir o bajar el motor. En el mejor de los casos, permanece en posición baja y puedes entrar, en el peor, está en posición alta. Por supuesto, has comprobado que el motor no se ha quedado en la posición de "transporte" y que la batería está bien conectada.

Solución: Es muy probable que se haya fundido un fusible. Este es el que alimenta el motor del trim. En realidad se trata de una bomba que inyecta aceite en los cilindros. Cambia el fusible. Si sigue sin funcionar, el problema es hidráulico. Todos los mecanismos de elevación disponen de un tornillo de despresurización que permite extraer el fluido de los cilindros y así bajar el motor. Es en este tornillo donde debes actuar para bajar el motor.

La prevención: Conozca de antemano dónde se encuentra este tornillo y compruebe el nivel de líquido.

Vis de dépressurisation des vérins du trim
Tornillo de despresurización del cilindro de ajuste

9 - La batería ya no se carga

Por mucho que navegues, la batería siempre está descargada. Hay dos opciones: o la batería ya no puede absorber la carga, o deja de recibir electricidad.

Solución: Con un multímetro, comprueba la tensión de los bornes de la batería cuando el motor está parado (debe estar en torno a los 13,5 V si está completamente cargada) y cuando el motor está en marcha (debe estar cerca de los 14 V).

Si es más bajo cuando el motor está parado, la culpa es de la batería. Si es más bajo cuando el motor está en marcha, el problema está en el alternador. En el primer caso, habrá que cambiar la batería. En el segundo caso, es probable que la correa de transmisión haya fallado. Mira a ver si el alternador está girando. Si no se mueve o si se oye un ruido de rozamiento, sustituya la correa. No cojas el barco entonces, porque la bomba de agua también se activa con esta correa y te arriesgas a romper el motor, que entonces ya no se refrigerará.

La prevención: En invierno, guarda las baterías en un lugar cálido y mantenlas cargadas. Al menos cada 2 temporadas, sustituya las correas de transmisión.

10 - Humo de escape negro/blanco/azul

Cuando está en marcha, un motor echa un poco de humo. Sin embargo, no debe fumar "demasiado" y, sobre todo, no debe producir un humo espeso. Es importante observar el color del humo:

  • Negro, muestra demasiado aceite que fluye en el motor de dos tiempos.
  • El color azul indica que el motor está demasiado caliente.
  • Blanco, destaca la presencia de vapor en el escape.

Solución: No hay más remedio que pedir ayuda. Insistir en ello puede provocar un fallo en el motor, aunque sólo se trate de un exceso de aceite en la mezcla.

La prevención: Compruebe los niveles de aceite y agua y siga las recomendaciones del folleto de mantenimiento suministrado con el motor de su embarcación.

Más artículos sobre el tema